Nuestra finalidad

“Ser espiritual es llevar a Dios dentro, y consigo su luz, verdad y justicia se reconoce al verdadero ser espiritual por su transformación moral y por la motivación de dominarse así mismo.”

Somos una Congregación Espiritual Paz y Amor, que consiente de la necesidad de orientación en los conceptos espirituales más elevados, busca unir a quienes tengan una manifiesta inquietud por los conceptos más elevados de la espiritualidad. Juntos iremos descubriendo y expandiendo esta gran comunidad, formando una congregación de paz, amor y fraternidad, en un solo pensamiento con nuestro Creador, Dios todopoderoso.

Con esta finalidad, se ha desarrollado una enorme actividad, siendo las principales:

  1. La difusión de esta Ciencia Espiritual, dar a conocer las verdaderas enseñanzas del Maestro Jesús, dejadas hace más de 2.000 años.
  2. Dar a conocer los mensajes entregados a través de nuestra Guía Espiritual Madrecita Laura Antonia, dejados por espíritus superiores, ya perfectos y sabios de la Jerarquía del Divino Maestro Jesús. Ellos por intermedio de mensajes orales, grabados en cinta magnetofónica y también escritos, nos han venido a aclarar, explicar, revelar y completar en forma precisa las mismas enseñanzas que el Maestro nos dejara en su paso por la Tierra. Estos mensajes tienen como fin, ayudarnos a la regeneración de los hombres y mujeres que buscan el despertar de sus conciencias, entender y aprender este camino maravilloso del perfeccionamiento espiritual que conduce a la armonía universal del Divino Padre Creador.
  3. Obras Sociales, son numerosas las actividades de orden social, que se han venido desarrollando año tras año en bien de la comunidad, llevando valiosa ayuda a personas necesitadas, ya sea en Hospitales, Hospicios, Campamentos y Hogares desvalidos. Con motivo de las catástrofes ocurridas por las inundaciones y terremotos en nuestro país, en años anteriores realizamos una intensa campaña para recolectar fondos, ropas, alimentos y medicinas, que fueron repartidas en su oportunidad a diversas comunas de Santiago y de regiones.

Todos los fines de año con motivo de la celebración del nacimiento del Maestro Jesús en navidad, se han repartido una gran cantidad de juguetes, golosinas y ropa a los niños en situación vulnerable, especialmente a hogares de menores. También los ancianos se han visto favorecidos con las obras sociales del Centro, pues se le visita constantemente, llevándoles ayuda de acuerdo con sus necesidades y compartiendo una merienda.

Obras sociales

La Divina Jerarquía nos ha indicado que para ayudar a nuestro prójimo, debemos hacer constantemente buenas obras, cumpliendo con las enseñanzas del Divino Maestro Jesús de «Amaos los unos a los otros». Obras, y no sólo palabras. Sólo las obras hacen fe.

Son numerosas las obras sociales que se realizan durante el año. Se fabrican juguetes de madera y costura para entregar en navidad, como camiones, cunas y tablas de cocinero/a de madera, además de moisés y casas de muñecas en costura, entre muchos otros, para celebrar el nacimiento del Maestro Jesús, se obsequian a niños y niñas de escasos recursos.

También, se entregan ropas y alimentos a jardines infantiles con niños y niñas vulnerables y a familias que estén pasando por una mala situación económica.

Se visitan hogares de ancianos, se comparte con ellos una once, una merienda, se les hace compañía, además de llevar ropa y pañales de adultos.

 En caso de catástrofes ocurridas en el país, se realiza una campaña para recolectar fondos, ropa, alimentos, agua y medicinas, entregando en las comunas afectadas.

Registros históricos de obras sociales
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¿Qué es el progreso espiritual?

En una de las tantas y maravillosas conferencias que nos dejan los Maestros, encontramos estas máximas enseñanzas de Verdad, en donde se explica cómo es, el progreso espiritual.

Este camino arduo, difícil, este duro caminar, que aparentemente no termina nunca, llegará algún día a su fin, entonces recibiremos el pago a nuestro propio esfuerzo. Porque sabed, queridos lectores, que todo lo bueno es costoso, que debemos acostumbrarnos a mirarlo todo de ese aspecto. Que debemos rechazar todas las cosas que se nos presenten demasiado fácil, porque no son hechas a costa del esfuerzo, ya que en todas las cosas hay que poner algo de nosotros mismos.

En realidad, todos tenemos en la vida este proceso, tenemos que pasar malos momentos, porque si no los pasáramos no tendríamos noción de cuáles son los buenos. Así ¿Cómo el viajero extenuado y rendido de cansancio podría apreciar el reposo reparador, si no hubiera sentido la impotencia y la extenuación de sus fuerzas? Lo mismo nos pasa a nosotros: sólo por el acicate del dolor, de las privaciones de la vida, por el impulso de la necesidad es cuando nos movemos, pues en el hombre su natural propensión al desgano, al descanso, a la comodidad, le impide ver más allá de sus narices. Por eso, si supiéramos sacar provecho de nuestros problemas y dificultades que se nos presentan a cada instante, si supiéramos ser como el cansado viajero que sabe apreciar el reposo reparador, después de la jornada, qué distinto sería todo.

Porque Dios, infinitamente justo, del mal mismo hace salir el bien. Así como a la lluvia podemos achacarle ruina y miseria para algunos, sabemos por otro lado que sin ella la tierra no podría producir lo necesario a la vida.

Es cierto que todo esto es la escuela del espíritu, donde en realidad se aprende más y mejor que en todos los tratados del mundo: pero eso no lo vemos. Sin embargo, también es cierto que, aprendiendo estas lecciones de amor sublime, podemos atenuar el sufrimiento y la extenuación, si con sano criterio, alto el corazón y limpia la razón, sabemos mirar desde la cima de la montaña, apreciar el panorama. estudiando y llegando a tener un mejor estado, dentro de la vida espiritual, llegar a un punto en que demos a las cosas el valor que cada una tiene: Mejor aún, saber valorar lo que es de la tierra y lo que a ella pertenece y lo que es del espíritu y lo que pertenece a él.

En esta búsqueda de lo verdadero, de la verdad del amor fraterno, somos como los niños. Si, porque usamos y abusamos de nuestras imperfecciones hasta que nos cansamos y luego buscamos otras sensaciones. Así hacen los niñes con un juguete demasiado conocido, lo rompen, lo examinan dentro y fuera y una vez conocida la estructura que lo tenía armado, viene el desencanto y el cansancio. Así también nosotros, una vez roto el armazón de la perfidia que nos cubre, entonces buscaremos algo consistente, sólido, verdadero, y lo encontraremos en el amor, en la comprensión entre nosotros al recordar las palabras de Jesús “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

En estas palabras hay una gran semilla. Pero debemos trabajar para lograr este cambio para encontrar el amor fraterno. Debemos operar este cambio con nuestro propio esfuerzo y con nuestro trabajo.

¿Por qué ciencia espiritual?

 La vida se manifiesta en una constate causa y efecto, no somos más que la maravillosa manifestación de una causa perfecta, ¿cómo no alabar constantemente al Creador? “se conoce al artista por su obra”, y es así como esta Ciencia se sujeta enteramente a la razón, a la inteligencia, y al discernimiento, siguiendo las Leyes del Padre que Gobiernan la Tierra y el Universo.

El Divino Padre ha creado Leyes que rigen el Universo y a los seres que lo habitan, permitiendo que todo esté en una perfecta armonía y sincronía.

Algunas de ellas son:

Ley del Amor

Es la Ley más importante con la cual todos debemos vivir, Existen distintos tipos de amor: El Amor al Divino Hacedor, Amor al Divino Maestro Jesús, Amor Fraternal, Amor Carnal, Amor Filial, Amor a la Naturaleza, es decir a la obra de Dios. El Amor es una llama que Dios ha puesto en cada espíritu, es el sentimiento que habita en seres de todas las galaxias, se habla en todas las lenguas, es el verdadero sentido de la vida y dignifica a los hombres.
Bienaventurado aquel que sigue las armonías infinitas del amor, solo el verdadero amor es el proceso del progreso y perfección espiritual, ya que de amor únicamente se alimenta el espíritu.

Ley de Justicia

El Divino Padre Creador en su infinita y perfecta justicia da a cada cual lo que se merece, según nuestras obras. La ley de Justicia rige en todo el Universo. No existe el perdón de pecados. Él solo hace cumplir la ley de justicia, en base a las obras de cada Espíritu. Esta Ley se relaciona también con la Ley de Causa y Efecto. Sin embargo, Dios nos da nuevas oportunidades para nuestro progreso espiritual a través de la reencarnación.

Ley de Reencarnación

La rencarnación es una ley de la vida. Para el espíritu consiste en nacer en un cuerpo físico con el fin de progresar espiritualmente, pagando karmas, aprendiendo, haciendo buenas obras. La reencarnación es: nacer, vivir la vida en la tierra, desencarnar y volver a reencarnar. Esto las veces que sea necesario, para adquirir la sabiduría suficiente, que nos permita ascender en la escala del progreso espiritual.

Ley de Causa y Efecto

Cualquier acción en la naturaleza tiene un efecto similar, pero en sentido opuesto. De la misma manera, todo lo que el hombre hace tiene un efecto posterior. Hasta los pensamientos y deseos más escondidos. Esta ley forma parte de la ley de Justicia, por lo que estamos sembrando hoy para cosechar el día de mañana. Nuestro Divino Padre nos ha creado para ser felices, pero esta felicidad debe ser ganada por nosotros, porque todo es recompensado, nada queda sin pago y cada cual recibirá de acuerdo a sus obras y trabajo, es decir, el bueno es premiado y el malo castigado.

Ley del progreso y perfección

Toda creatura tiende al desarrollo de sí mismo y de su ambiente, ya sea espiritual o materialmente. El hombre avanza con cada experiencia que le toca vivir, puede cometer los mismos errores una y otra vez, pero tarde o temprano aprenderá la lección. Luego comenzará con otra etapa, más profunda, y así sucesivamente. El progreso es una Ley Divina. El Padre Divino nos creó al principio de los tiempos, humildes, sencillos e ignorantes. La perfección debemos ganarla con nuestro esfuerzo. Algunos espíritus, como el Divino Maestro Jesús, se han adelantado a toda la humanidad, son sabios y maestros, ayudantes del Padre.
Por lo tanto, como libres pensadores no somos religión; Nuestras enseñanzas son las dejadas por Jesucristo, la verdadera doctrina que proviene del Divino Padre Creador en su pureza original. Traída a la tierra en distintas épocas de la historia, a muchos pueblos y generaciones de la humanidad, a través de los Profetas y Mensajeros de Dios Todopoderoso, por tanto, es la única creencia verdadera, y la más antigua.

Mensajes de los maestros de la cosmogonía

Mensaje entregado en el año 1972

“Queridos discípulos: Vuestro planeta se encuentra en grave peligro, el hombre será culpable absoluto del fin de la civilización y la destrucción de casi todo el género humano.
Vuestra palabra de alerta debe llegar a los cinco continentes.
Hombres, qué son vuestras manos, e inteligencia, con ellas estáis fabricando la muerte de tus propios hermanos inocentes, que serán arrasados en el fuego de vuestro infierno.
En el nombre de Dios, os ruego, ¡destruyan sus armas!
Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”.

Mensaje de Francisco de Asís

“Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Amados hermanos: Debéis estar perfectamente depurados. Cuidad vuestras lenguas, que os traicionan. Que no penetre el demonio en vuestras mentes y vuestros cuerpos.
Debéis derramar amor. Debéis tener piedad con los hombres profanos, con aquellos que se encuentran en el desconcierto y la confusión. Y esta piedad debe manifestarse con la luz que debéis transmitir a todos los hombres de buena voluntad que deseen escucharos.
Debéis vosotros admirar la obra del Divino Padre Creador, amar la naturaleza que es creación de sus manos.
El aliento del Divino Padre llena todo el universo, toda la naturaleza. Ojala ustedes pudieran comprender el lenguaje de las plantas. Ellas bendicen constantemente al Divino Padre, y bendicen también a quien les da agua cuando tienen sed y les da alimento cuando tienen hambre.
La tierra es generosa y les da alimento a las plantas. Sed vosotros también generosos con las plantas, con las pobres avecitas que no pueden volar en busca de su alimento. Ellas os piden alimento en su lenguaje. Sed vosotros como padres adoptivos para las avecitas, para los humildes conejitos, para los animalitos que son vuestros hermanos. Debéis ser generosos con ellos.
Debéis derramar amor a vuestro alrededor. Os habló el que fue en la tierra, Francisco de Asís. Volveré mañana posiblemente.
Hasta pronto. Os dejo una bendición.
Gloria a Dios. Paz a los hombres de buena voluntad".

Conferencia sobre el amor

“Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”
El Divino Padre Creador ha hecho las leyes del amor, bajo las cuales todos debemos vivir. Amor al Divino Padre Creador, amor al Divino Maestro Jesús, amor fraternal, amor carnal, amor filial, amor a la naturaleza, es decir a la obra del Divino Hacedor.
Sin las leyes de justicia, afinidad y compensación, nadie puede pretender tener la ley del amor y no puede haber sabiduría. El Poder consciente de la sabiduría es coronado por el amor.
El que actúa con amor, triunfa siempre, aunque con dignidad, la cara alta, sin orgullo ni durezas y la sonrisa en toda su faz, en los ojos la bondad que atesora la verdadera fuerza del amor.
El Divino Padre es fuente perpetua, omnipotente y omnisciente del amor eterno. Ambos son atributos solo del Divino Padre Creador.
El da su gran amor a todos los hombres que le aman, debéis sentir las armonías infinitas de su amor a través de vosotros mismos.
El Padre desea hablaros cariñosamente con el lenguaje de su paternal amor, directamente y en secreto a vuestros espíritus.
Trae su mensaje nuevas expresiones para cada uno.
El Padre desea el respeto a sus leyes, siguiendo todos, el proceso del progreso y perfección.
Las leyes infalibles del Divino Padre han puesto en cada hombre una llamita, la llamita del amor, mágica palabra que dignifica a los seres del infinito universo.
Amor que se habla en todas las lenguas, en todas las galaxias, en todos los seres superiores, con la diferencia que allí se practica en la forma más sublime, elevada y digna.
El amor es el verdadero sentido de la vida y dignifica a los hombres.
Bienaventurado aquel que siente las armonías infinitas del amor a través de su espíritu, debéis hablar el lenguaje divino del fraternal amor, directamente y en secreto a vuestros corazones. Dejad penetrar en vuestros espíritus esta divina llama del amor que os hará despertar a un nuevo día. No hagáis altos en el camino, aun a costa de dejar algún bagaje material.
Solo el verdadero amor es el proceso del progreso y perfección. Amaos los unos a los otros.
De amor únicamente se alimenta el espíritu, de amor únicamente se vive, sin amor el espíritu esta agonizante, está en estado enervante, dolorido, hasta que la verdadera realidad le saque de ese estado casi neurótico.
Respecto al amor entre hombre y mujer en el sentido más elevado, cada espíritu posee su pareja. Los espíritus desde el primer momento de su creación fueron aparejados, el hombre con la mujer, y que estos una vez purificados se unen en su plano astral eternamente, son felices, allí no existe el hastío, se aman con ese amor puro y sublime que viene del Padre Creador. A veces estos espíritus gemelos logran encontrarse en la tierra, pero son estos uno entre millares de seres humanos. Estos espíritus, estas parejas sirven de modelos como matrimonios perfectos, porque son espíritus gemelos, tienen los mismos pensamientos, las mismas inquietudes, los mismos gustos, su amor infinito.
Con la visita de los hermanos de la Divina Jerarquía a la tierra dan ellos testimonio del inmenso amor que El Padre siente por vosotros, debemos tener henchidos los corazones de paz y amor.
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”